Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Los gatos son famosos por odiar el agua. Y rara es la vez que se necesita bañar a un gato. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué a los gatos no les gusta el agua? Hay razones de conducta y biológicas detrás de este fenómeno.
Sin embargo, lo primero que hay que destacar es que no todos los gatos odian el gato. Si, has oído bien. Existen algunas razas de gatos que son conocidas por su afinidad con el agua.
El gato Van Turno es conocido como el gato que nada precisamente porque le gusta el agua. Sin embargo, a excepción de esta raza a la mayoría de gatos les gusta tocar el agua y salpicar pero no bañarse.
Razones que determinan por qué a los gatos no les gusta el agua
1.- Razones de conducta
Los gatos, generalmente, son menos tolerantes al cambio y a nuevas experiencias que, por ejemplo, los perros. Un gato que nunca ha estado expuesto al agua probablemente no le guste la sensación de tener su cuerpo mojado o empapado.
Sin embargo, si un gato desde su nacimiento ha estado expuesto al agua y a ser bañado, no le costará sumergirse bajo un chorro. Si se les educa con una rutina de baño desde pequeños no habrá problema.
2.- Se sienten atrapados
Este puede ser otro motivo de por qué a los gatos no les gusta el agua. Se trata de animales controladores y les encanta sentir que controlan lo que tienen alrededor.
Y, además, son animales curiosos pero muy precavidos. Cuando están bajo algo que no controlan se sienten atrapados y no reaccionan bien. Por eso lo recomendable es introducirles el agua poco a poco. Abre el chorro y deja que merodeen a su alrededor. Este puede ser un buen comienzo.
3.- También hay razones biológicas
Si quieres saber por qué a los gatos no les gusta el agua hay que remontarse a sus orígenes. Los científicos sostienen que la aversión de los gatos al agua proviene de sus orígenes. Tuvieron una limitada experiencia con el agua y no se requirió adaptación y evolución para enfrentarse a ésta.
Nunca aprendieron a nadar porque no había necesidad evolutiva de hacerlo. Este comportamiento se ha quedado en los genes los gatos hasta hoy.
Sin embargo, algunos felinos salvajes, especialmente los que viven en zonas cálidas y áridas, nadan y se bañan regularmente para mantenerse frescos. El gato de pesca asiático es un nadador experto, con patas parcialmente palmeadas, que se zambulle para atrapar a su presa.
Consejos para bañar a un gato
La mayoría de veterinarios no recomiendan bañar a los felinos. Un baño puede secar su piel y eliminar feromonas esenciales de comunicación con otros gatos.
Pero, además, un gato es limpio por naturaleza. Su saliva tiene un estilo de detergente natural para reducir la grasa y su lengua rugosa limpia la suciedad.
Por eso, un baño rara vez es necesario para los gatos. Si tu gato tiene que bañarse por razones médicas o si resulta que está extremadamente sucio tienes que intentar que el baño sea algo relajado porque los gatos se sienten atrapados bajo el agua.
Llena la bañera, es mejor eso que una ducha ya que el ruido del agua y las salpicaduras no les gustan nada. No metas directamente en la bañera al gato. Lo mejor es ir echando poco a poco el agua y dejar que se vaya bañando a su manera. Y no te olvides de tener mucho cuidado con la cara y los ojos.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.